LA VIDA ENTRE VIRUS Y BACTERIAS Capítulo: 1
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Introducción
El mundo de la ciencia, que está relacionado con la salud, ha progresado con rapidez. He tomado como base científica, todos y cada uno de los conocimientos modernos acerca de las causas que provocan la formación de virus y bacterias.
Como es evidente, el método científico de Pasteur, que logró poner fundamentos seguros a la microbiología del Doctor Koch, que inició con todos sus conocimientos en el camino de la ciencia médica.
Estos hombres, fueron dos estudiosos que elevaron al rango de ciencia, lo que hasta entonces se desconocía y dormía en el empirismo. Tras ellos, hemos llegado a conocimientos y desarrollos científicos microbiológicos insospechados.
Hoy en día, la microbiología, ha llegado a sentar las bases seguras de la biología en general. Gracias a todos los investigadores, como los mencionados anteriormente, la microbiología es hoy una realidad científica, útil y apasionante.
Todos sabemos que cada día nos sorprenden nuevos virus y bacterias que intentan invadir nuestro organismo, pero la ciencia está al día para evitar dicha invasión por parte de los enemigos de la salud.
Hoy se habla y se escribe mucho sobre las defensas orgánicas, pero ¿qué son?. Sólo me queda decir que, tanto virus como bacterias, se asientan y anidan única y exclusivamente donde encuentran el caldo de cultivo para su supervivencia.
Las bacterias
Las bacterias, según nuestro recordado Doctor Ramón y Cajal, deben considerarse como hongos Schizomicetos unicelulares, que constituyen la forma más elemental del reino vegetal, verdaderos protofitos que sirven de eslabón de enlace entre los hongos y las algas más sencillas.
Las bacterias constituyen especies botánicas bastante bien determinadas, pero según los biólogos de prestigio se debaten entre dos extremos
Uno cree que todas las bacterias son de forma distinta de una o pocas especies.
Otro estudio como el de Löwneste, ha llegado a admitir más de mil razas de bacilos tuberculosos, procedentes solamente de mamíferos.
Yo me sitúo en un término medio, inclinándome más bien hacia la primera opinión, porque indudablemente, la forma microbiana puede alterarse con suma facilidad.
Biología infecciosa
Los microorganismos, son frecuentes encontrarlos en cualquier lugar (agua, tierra, aire). Tenemos que aprender a convivir con ellos. Sin embargo, a pesar de la abrumadora presencia, rara vez nos invaden, se multiplican y producen infecciones en los seres humanos. Cuando el microorganismo intenta demostrar su virulencia, el organismo la recibe poniendo todas sus defensas en estado de alarma.
Hoy sabemos que existen pocos microorganismos capaces de causar enfermedades. Muchos viven sobre la piel, en el intestino, en la boca, etc…. Nuestros “huéspedes” pueden ser más o menos agresivos, todo depende se su naturaleza y de las defensas orgánicas de cada uno.
Interrelación microbiana
Algunas especies bacterianas crecen juntas. Estas asociaciones de especies consiguen efectos beneficiosos o nocivos, que ninguna de las dos conseguiría por separado o aisladamente.
Por ejemplo, hay una relación entre las plantas leguminosas y las bacterias nitrificantes, lo que conocemos como simbiosis. El comensalismo o tolerancia mutua, es un término aplicado a los organismos que viven juntos sin dañarse ni beneficiarse.
La presencia de ciertas especies microbianas inhibe el crecimiento de gonococos y se inhibe por la presencia de cualquier otra especie bacteriana.
Bacteriemia
Una bacteriemia es la presencia en el torrente sanguíneo de bacterias.
Esta situación es muy frecuente, pero es escasa la vez que éstas producen síntomas. Son bacterias que consiguen entrar en el flujo sanguíneo, aunque por lo general, éstas son rápidamente eliminadas por los leucocitos (Glóbulos blancos). No obastante, hay casos en que la cantidad de bacterias es excesivamente grande como para que puedan ser eliminadas con facilidad y aparece una infección, la que consideramos como sepsis, que causa síntomas graves y en ocasiones puede llegar a ser mortal.
La bacteriemia sin embargo, no se puede confundir con las sepsis, que es una infección en el flujo sanguíneo.
La sepsis suele aparecer cuando ya está presente la infección en el organismo, en los pulmones, en las vías respiratorias, en el abdomen, en las vías urinarias o en el tubo digestivo y en la piel.
Los síntomas
El organismo humano con sus defensas, es capaz de eliminar pequeñas cantidades de bacterias rápidamente. Por otro lado, las bacterias transitorias, no suelen producir síntomas, pero cuando la sepsis se encuentra establecida, los síntomas que aparecen son:
– Cambios de temperatura.
– Temblores.
– Fiebre intensa.
– Debilidad.
– Vómitos.
– Diarreas excesivamente fétidas.
Esta fiebre debe ser tratada con urgencia, de lo contrario, la infección puede asentarse en el revestimiento intestinal, corazón (endocarditis) y en las grandes articulaciones.
¿Por qué aparece la fiebre?
Como es lógico, me siento obligado a explicar el significado de la fiebre. La fiebre es una situación caracterizada por un aumento de la temperatura corporal. Siempre se piensa que el resultado de la presencia en sangre de algún cuerpo extraño, proveniente de la desintegración de microbios u otras células de una zona determinada del cuerpo inflamada. Sin embargo, las causas son diversas y múltiple, desde mecánicas hasta microbianas.
Infecciones pulmonarias
La neumonía en los bebés, suele comenzar cuando la rotura prematura de las membranas hace que se produzca la infección del líquido amniótico, conocida como amniotitis. Pero existe otra neumonía y pleuresía. Ésta es una de las enfermedades más temibles que se conocen en las neumonías. Se trata de una inflamación grave de los pulmones, generalmente acompañada de escalofrío y fiebre elevada.
A principios del Siglo XX, las neumonías eran una de las causas de muerte más comunes. La primera pretensión del médico ante un caso sospechoso de neumonía es identificar el microorganismo responsable de la infección. Después puede descubrir el antibiótico correspondiente, así por ejemplo, uno de los tipos más frecuentes de neumonía que aflige a personas de todas las edades es producida por un microorganismo llamado neumococo.
Hay que tener en cuenta la posible neumonía migratoria, muchas veces engañosa, ya que permanece sin diagnosticar porque sus síntomas son leves y muy parecidos a los de la gripe.
Las víctimas suelen ser adolescentes y jóvenes adultos. En algunos casos de neumonías, pueden ir acompañados de pleuresía, una dolorosa inflamación de la pleura (la tenue membrana adherida a la superficie interna de la pared del tórax). Los síntomas de la pleuresía se manifiestan por un dolor de costado punzante, escalofríos, y fiebre, acompañados de ataques de tos no productiva. Así son los típicos síntomas de una enfermedad de pleuresía.
El dolor se intensifica durante la respiración con los clásicos abcesos todos los días.
Mononucleosis
La mononucleosis es una infección casi siempre considerada en el lenguaje profesional, como una monolinfocitosis. Llamamos así a los estados de aumento de los diversos elementos mononucleares, ya que a pesar de su origen distinto, es muy difícil diferenciar el aumento de los linfocitos (Linfocitosis).
Los médicos residentes de la Universidad de John Hopkins en Baltimore, Maryland, fueron los primero en descubrir con toda exactitud la enfermedad en 1920. Observaron que los estudiantes presentaban síntomas como la inflamación de las glándulas y los análisis de sangre mostraban un anormal aumento de la fórmula leucocitaria, los leucocitos denominados Glóbulos Mononucleares.
Mononucleosis infecciosa
Esta es una enfermedad que se caracteriza por la fiebre, el dolor de garganta, engrosamiento de los ganglios linfáticos, etc.… Siempre proporcionada por el conocido virus herpético.
El riesgo de esta mononucleosis infecciosa, consiste en lo siguiente.
Después de invadir las células que recubren las vías respiratorias (nariz y garganta), el virus de Epsteim-barr, puede llegar a alcanzar los Linfocitos B (Glóbulos blancos responsables de la producción de anticuerpos).
La infección causada por este virus, es frecuente y afecta a niños a adultos por igual. Los síntomas más frecuentes son el cansancio, el dolor de garganta e inflamación de los linfáticos y fiebre.
Esta enfermedad puede aparecer en cualquier momento de forma repentina, acompañada de fiebre, dolores de articulaciones, sarpullidos en la piel, mareos, vómitos y posibles diarreas.
Staphylococcus aureu
El Staphylococcus es un microbio piógeno, ósea, productor de pus, cuyo nombre procede de la forma oval que posee (coco) y por presentarse agrupado en forma de racimo. Estos microbios son responsables de numerosos fenómenos purpurativos locales, forúnculos, panadizos abcesos , etc…, y de una grave forma de infección generalizada de la sangre (septicemia), llamada Staphylococcus.
El organismo humano se encuentra lleno de microbios, de hecho, el mal olor que desprende el cuerpo cuando no se lava, el olor de pies, o el mal aliento, son fruto en gran medida, de microorganismos que viven en nuestra piel y mucosa.
Como es sabido, estos hongos y bacterias tienen en principio una función positiva, pues sus secreciones eliminan en gran parte, otros microbios muy peligrosos procedentes del exterior y además mantienen siempre alerta a otros sistemas inmunitarios.
Por ejemplo, en la tráquea contraemos una flora bacteriana permanente, cuya presencia sirve para impedir el asentamiento de estreptococos del exterior, que pueden producir escarlatina, infecciones de los oídos o amigdalitis. En la sangre de los niños y en sus fosas nasales, hallamos con profusión la inofensiva bacteria Neisseira Lactomicus, considerada como responsable directa de que generen anticuerpos contra una bacteria procedente de fuera y produce la tan temida Meningitis Neisseira, que tantas víctimas se cobra en todo el mundo.
Es espectacular ver, con qué estrategia los huéspedes microbianos cierran la entrada a nuestro organismo a otros intrusos. Bacterias que anidan en nuestra piel, como lo hace el Staphylococcus Epidermidis, que dividen las secreciones de nuestras glándulas sebáceas en ácidos grasos que huelen mal y nosotros tratamos de destruirlos con desodorantes y perfumes.
La vagina, también es un lugar colonizado por microorganismos en la simbiosis con la especie humana. En la primera menstruación, aparece una fina capa o escudo de microorganismos sobre la vagina y la vulva, que protege el medio al convertirlo en un sitio agresivo y ácido. Los más conocidos de estos gérmenes son los lactobacilos. De ese modo cualquier bacteria peligrosa que provenga del sistema digestivo, no encontrará condiciones favorables en otros puntos débiles.
Candida albicans
Éste es un hongo habitual en el intestino grueso, donde no suele ser peligroso. Si por circunstancias consigue emigrar a la vulva, o penetrar en la vagina, la flora bacteriana habitual debería eliminarlo por completo. Sin embargo, el desequilibrio hormonal producido por la ingesta de anticonceptivos que abonan el terreno para que se asiente la Candia albicans en la vagina, debido a la hormona progesterona que contiene la píldora ingerida, dispara la producción de hidratos de carbono en las células de la mucosa vaginal, lo que sirve de alimento o caldo de cultivo para la Candida albicans. Como es sabido, en las infecciones vaginales influyen una serie de factores.
Los científicos han descifrado muy bien el papel de las bacterias que pueblan nuestro intestino en la construcción de nuestro propio sistema inmunitario. Cerca de un 90% de él, se concentra en los tejidos linfáticos, sobre todo de la mucosa intestinal. Lo que conocemos como Placas de Peyer. El intestino se halla en mayor contacto con el medio externo que la piel. En cambio, la relación diaria de las bacterias intestinales con nuestras células inmunitarias situadas en las placas de Peyer hace que nuestro Sistema Inmune produzca constantemente una cortina protectora de anticuerpos frente a las posibles bacterias contenidas en los alimentos.
Hemophilus influenzae
Esta bacteria, por ejemplo, es una bacteria que coloniza en las vías respiratorias de las personas que padecen enfermedad pulmonar crónica.
Por otro lado, en determinadas condiciones, los microorganismos que so residentes en la flora de una persona, pueden provocarse una enfermedad, como los estreptococos piógenos, que pueden colonizar en la garganta sin causar daño alguno. Por tanto, si las defensas del organismo están bajas o si los estreptococos son de una variedad peligrosa, pueden provocar una faringitis estreptocócica.
También existen otros microorganismos que forman igualmente parte de la flora residencial, que pueden arrastrar graves consecuencias.
Cuando nos encontramos con un agente infeccioso, estamos constantemente enfermos, sin embargo, para que un microrganismo consiga invadir nuestro cuerpo, el virus tiene que enfrentarse a todo nuestro sistema defensivo.
El epitelio que cubre la superficie externa de la piel es resistente en toda la superficie externa del cuerpo, previene de numerosas enfermedades. Por otra parte, los profesionales de la salud saben que existen entidades mórbidas que no conceden tiempo a la experimentación biológica, por ejemplo, la neumonía o la apendicitis entre otros. En este caso se requieren los servicios de urgencia y, en consecuencia, un médico especialista.
El período de mayor riesgo del ser humano al ser atacado por esta bacteria, es desde los 5 meses a 19 meses de edad, no obstante, el riesgo se mantiene hasta los 6 años.
Esta bacteria ataca constantemente a las meninges cerebrales dañando gravemente el sistema nervioso.
Aquí se trata de una enfermedad infantil, aunque también puede afectar a los adultos con una biología debilitada. Desde 1980 existe una vacuna que sin ofrecer una protección absoluta, ha obtenido unos excelentes resultados, disminuyendo las incidencias de la enfermedad entre toda la población.
La gripe
Es evidente que la gripe no es una enfermedad banal. Aparte de la fiebre y los dolores reumáticos que produce su estadio agudo, si consigue superar nuestras defensas, puede acatar al músculo cardiaco, e incluso invadir el sistema nervioso.
Aunque los virus causantes de la gripe tienen todos la misma estructura, y con frecuencia se recombinan con virus del reino animal, lo evidente es que existen algunas vacunas estándar que son recomendables, sobre todo a las personas mayores de 60 años. Como en todos los casos, aquí también existen críticos que opinan que estas vacunas tienen escasa eficacia y responden más bien a intereses comerciales, etc.…, que a una verdadera protección.
El sarampión
El virus del sarampión suele atacar al género masculino en los primeros diez años de su vida. La enfermedad se manifiesta con debilidad, fiebre y granos en la piel, sobre todo en cara, y debilidad inmunológica.
El tétanos
Ésta es una enfermedad muy peligrosa y bastante rara en el continente europeo. El germen (Clostridium), suele encontrarse en el suelo y la tierra. Naturalmente accede al organismo por medio de heridas infectadas por suciedad profunda y poco aireada. Cuando esta enfermedad está en el cuerpo, ataca al sistema nervioso. Es una enfermedad que alcanza una cifra muy elevada de mortalidad y con frecuencia suele dejar secuelas graves en el cerebro.
La tosferina
Se trata de una enfermedad producida por la bacteria Bordetella pertussis, que es extendida por todo el mundo y ataca principalmente a la población infantil. Esta enfermedad puede ocasionar la muerte en los primeros meses de la vida del bebé.
La tuberculosis
Esta bacteria accede a nuestro organismo a través del aire que respiramos, y rápidamente produce infecciones microscópicas en los pulmones. Afortunadamente esta bacteria es destruida por el sistema inmunológico y la enfermedad no llega a desarrollarse. En cambio, hay un 10% de los afectados en los que el germen pasa a la sangre y desde la sangre se introduce en diversos órganos de nuestro cuerpo.
En esta enfermedad, las dos grandes medicinas asumen un papel importante, con la ventaja de la compatibilidad, por tanto, debemos reconocer que las dos grandes ciencias deberían hermanarse, ya que ambas se necesitan una a otra.
Siempre se ha dicho que la tuberculosis es el azote de los pobres. Es evidente, que es una enfermedad que se destaca mucho más entre las personas con pocos recursos económicos y donde los medios higiénicos son escasos. La tuberculosis sigue siendo una de las más viejas plagas de la humanidad, que todavía sobrevive en la era de la tecnología médica.
El mycobacterium tuberculosis fue descubierto hace más de un siglo por Robert Koch. Sus estudios llevaron no sólo al conocimiento de la enfermedad, sino a la confección de una terapia y después a una vacuna que ha conseguido evitar el acceso de la enfermedad a la Europa industrializada de finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX.
Si refrescamos la memoria, recordaremos que, en el Siglo XIX, una de cada tres muertes era de tuberculosis, principalmente por falta de higiene.
Las paperas
El virus que produce las paperas es muy común en Europa, y en la mayoría de las veces, la enfermedad afecta especialmente a los niños, pasa sin complicaciones. Tan solo en contadas ocasiones excepcionales se presentan efectos secundarios negativos, como que produce retraso de la función mental, además para los adultos las paperas es una enfermedad bastante seria, que incluso puede acarrear la muerte.
Poliomelitis
Ésta es una enfermedad paralizante del organismo, provocada fundamentalmente por un virus que llega a nuestro cuerpo a través de la garganta, instalada en principio en el intestino. En esta primera fase aguda, en un 80% de los casos, la enfermedad es dominada por el organismo, que queda inmunizado contra ella. No obstante, en un 20% de los casos, algunos días después sobrevive una cefalea aguda y un endurecimiento de la columna vertebral y el cuello, síntoma evidente de que el virus ha penetrado en el sistema nervioso central (SNC) y las meninges.
Rubeola
La rubeola es producida por un virus. Cuando tiene lugar en la infancia, se supera sin grandes dificultades. El peligro consiste si la adquiere la mujer embarazada. En este caso el virus infecta al embrión a través de la placenta, lo que ocasiona graves daños a más de la mitad de dichos embriones, y la muerte de uno de cada seis.
La respiración
¿Cómo afectan los microorganismos a las vías respiratorias?
El cierre de la glotis durante la deglutación, impide el paso de los alimentos al interior del tracto respiratorio. Las vías respiratorias disponen de numerosos recursos para defenderse, por ejemplo, los estornudos y la tos, sirven para expulsar de las vías respiratorias cualquier materia perturbadora e irritante.
El organismo tiene otras formas de defenderse como vómitos, diarreas limpiadoras, etc.…
También hay glándulas de secreción al exterior, que protegen y lavan de bacterias al organismo, por la saliva, jugos gástricos, las lágrimas o la bilis. Ejercen una acción muy buena, ya que reducen de manera especial la invasión microbiana.
Cuando aparecen esta clase de secreciones, no es para alarmarse, pero si duran más de dos días hay que consultar al médico para aplicar el tratamiento adecuado.
La infección vírica más común
Resfriados o catarros es lo más común. Es una infección vírica del revestimiento de la nariz, los senos paranasales, la garganta y las grandes vías respiratorias. Todos estos problemas comprenden:
– Catarros
– Gripes
– Infección de garganta (faringitis o laringitis)
– Tosferina en los niños pequeños
– Inflamación de la tráquea (traqueítis y bronquitis)
Lógicamente, son muchos los virus causantes de resfriados, los piconavirus y los rinovirus, producen la mayoría de los cambios, sobre todo en las estaciones de verano, otoño e invierno, incluyendo los resfriados que se producen de una manera brusca.
Como es sabido, la virulencia del virus de la gripe se transmite con facilidad de persona a persona a través de las microgotas infectadas que se expulsa al toser, estornudar y otros contactos.
Por otro lado, los rinovirus y los virus sincitiales respiratorios son transmitidos por contracto directo con secreciones infecciosas o infectadas en los dedos de las manos. Una persona congestionada, debe prevenirse del frio, guardando reposo, etc.… No olvide que las personas expuestas al virus de la gripe producen anticuerpos contra el mismo.
Hepatitis A
El virus de la Hepatitis A, puede llegar al organismo por la ingesta de alimentos o agua previamente contaminada. Una vez en el torrente sanguíneo, el virus se instala en el hígado.
La infección hepática que este virus produce dura varias semanas. Los síntomas clásicos son falta de apetito y rechazo constante a los alimentos grasos y fritos. Las diferentes hepatitis pueden llegar al hígado por la sangre ya contaminada o por exceso de fármacos.
Enfermedades venéreas
Las enfermedades venéreas, o enfermedades de transmisión sexual (ETS) son una epidemia extendida y actúa silenciosamente, debido al desconocimiento de su gravedad.
Los tratamientos con la píldora, la falta de higiene celular, las enfermedades mal curadas, son protagonistas de todas las enfermedades venéreas.
El principal factor del aumento del número de casos no tratados es la dificultad para identificarlas.
La sífilis de primera categoría es la más grave de todas las enfermedades venéreas. Si esta enfermedad no es tratada adecuadamente, puede producir una destrucción de los tejidos del cuerpo, deterioro cardíaco, ceguera, e incluso la muerte. Esta clase de enfermedad se caracteriza por úlceras genitales, aunque muchas veces eclosionan en los labios y en la boca. Lo curioso, es que las llagas se produzcan al término de la tercera o cuarta semana después del contagio. Se ha detectado que un porcentaje muy elevado de los chancros extragenitales aparecen también en la lengua con demasiada frecuencia, acompañados de nódulos linfáticos indoloros, aparentemente al tacto, por debajo de la mandíbula, como si fueran ganglios, aunque a veces puedan pasar inadvertidos.
La segunda etapa sifilítica es la que transcurre entre 15 semanas y los 3 años después del contagio. Se observan pápulas, heridas en las comisuras de los labios, etc.… Por otro lado, es fácil que se presenten en las mucosas interiores de las mejillas, y en la legua algunas manchas producidas por pequeñas erosiones cubiertas por exudado. En este caso aconsejamos una cuidadosa higiene bucal, una alimentación sana y equilibrada para que contribuya a los efectos de la medicina suministrada para su tratamiento.
Hay una sífilis, llamada terciaria o tardía, que se manifiesta por repliegue de endurecimiento del paladar y formando ulceraciones en la mucosa. Estamos seguros de que esta enfermedad no es contagiosa, pero requiere de tratamiento para evitar trágicas consecuencias, como puede ser la desnudación completa de la legua, con pérdida de las papilas y aparición de numerosas zonas de leucoplasma.
El Chancroide blanco es una úlcera no sifilítica extremadamente dolorosa, pero generalmente comienza en los genitales, extendiéndose con urgencia y acompañada de una tumefacción dolorosa. Las mejoras higiénicas de nuestros días hacen que esta enfermedad sea casi desconocida por las nuevas generaciones, aunque se dan algunos casos aislados. Esta misma enfermedad causaba grandes estragos en tiempos pasados, sin embargo, hoy en día, el Chancros responde rápidamente a la sulfamida.
Otro caso es el Herpes genital. Éste es un virus herpético que está muy vinculado con el virus casual de la úlcera catarral genital. Este virus se presenta en agromeraciones de pequeñas vesículas, que recubren los genitales y es conocida como la segunda enfermedad venérea en importancia en Estados Unidos. Esta enfermedad puede ser contraída y neutralizada, pero una vez instaurada, el virus permanece en el sistema indefinidamente.
Verrugas venéreas
Éstas son protuberancias puntiagudas múltiples y de color rojizo, que suelen aparecer semanas después del contacto contagioso. Pero estas verrugas carecen de gravedad y responden muy bien al tratamiento tópico, excepto en los casos muy refractarios, que requieren de un tratamiento cauteloso.
Gonorrea: Los síntomas característicos son la micción dolorosa, ardor y secreciones con mucosidad purulenta y suelen aparecer una semana después del contacto o contagio.
Infección por herpes virus
Existen diversos tipos de herpes que producen infecciones con ampollas en la piel, como el Herpes Zoster simple, pero hay herpes virus, como el Epsteim-Barr, que produce mononucleosis infecciosa. Por otro lado, tenemos el Citomegalovirus, que es otro herpes virus, el cual puede provocar una enfermedad imposible de diferenciar de la mononucleosis.
La infección herpética simple, produce episodios recurrentes de vesículas llenas de líquido, en la piel dolorosa, sobre las membranas mucosas.
El referido herpes simple, también produce una erupción sobre la piel, una erupción que desaparece, pero el virus se mantiene en un estado inactivo latente.
Dolor “exquisito” del Herpes Zoster
Este dolor llamado “exquisito” es la conocida infección de un nervio sensor importante, causada por el virus referido Herpes Zoster. La enfermedad comienza con un dolor agudo en el pecho o en el cuadrante inferior del abdomen, seguido unos días más tarde por una erupción de vesículas de aspecto sarampionoso sobre la zona afectada por el dolor. La erupción cutánea aparece en uno u otro lado de la cintura y el pecho, de ahí el nombre de zoster, palabra griega que significa faja.
Cuando el virus ataca a la cara del paciente, corre el peligro de verse afectado de los ojos y por tanto puede ver afectada su visión.
Vivir con Nefritis es una pesadilla
Tal vez no exista en el organismo un sistema más complicado o con más trabajo que el aparato purificador de la sangre, los riñones. Están colocados uno a cada lado de la columna vertebral a la altura de la cintura más o menos. Los riñones son dos órganos que filtran los residuos e impurezas de la sangre y los expulsan a través de las vías urinarias.
Como es evidente, dependemos de este mecanismo de filtración para poder seguir viviendo. El más insignificante trastorno de los riñones puede convertirse en una pesadilla o en una enfermedad grave.
La nefropatía es el término general empleado para descubrir las múltiples enfermedades renales, susceptibles de producir inflamación que puede llegar a la destrucción de las insignificantes membranas y los microscópicos cuerpos filtrantes nefronas que existen dentro de los riñones.
El daño causado por una Nefritis es irreversible. Cuando se sufre nefritis, la siguiente etapa es cuando los riñones dejan de filtrar los restos de productos tóxicos acumulados, peligran las concentraciones en sangre.
En la actualidad, una vez llegados a este punto final, hay una esperanza a través de la diálisis, para poder prolongar la vida hasta conseguir un trasplante renal.
Esta enfermedad de riñón aparece de repente, muchas veces sin síntomas previos.